Día del maestro 27, de noviembre.
Enseñarás a volar
pero no olvidarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir
pero no vivirán tu vida...
pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan,
estará lo sencillo del camnio
enseñado y aprendido.
Madre Teresa de Calcuta
Cuando llega el día del maestro me acuerdo de mi primera profesora. Era, la señorita Marisa.
Recuerdo su nombre pero no su
apellido. Quizá por eso casi nunca me aprendo el apellido de los chicos y chicas,
e incluso me lío , a veces , con los nombres. Y es que hay Sofías con cara de
Sara y Hugos con cara de Héctor y poco a poco me enredo.
Mi maestra me recibió con 3 años y se sorprendió de que ya
hubiera empezado a leer, pero en vez de detenerme empezó a ofrecerme un libro
tras otro. No recuerdo los primeros pero si otros como “Heidi”, “Corazón”, “Las
aventuras del Barón Munchausen”, los cuentos de Andersen… Desde entonces puedo
deciros que todos los días de mi vida he leído. Os confieso que no puedo viajar ni dormir sin hacerlo.
Y cada día leer me hizo
mejor, me enseñó, me cambió.
Me gustaría que pensarais en todos vuestros profesores que, cada día, tratan de acercaros, introduciros y engancharos a los libros. Estos serán vuestros mejores amigos , cada día de la vida querréis pasarlos con ellos y seguro que, de paso, recordareis a vuestros maestros. Algún día querréis darles las gracias y posiblemente, como yo, no los encontréis. Por eso hacedlo ahora y sobre todo leed.
¡Feliz día, niños, feliz día maestros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.